El segmento de los llamados full touchscreen de gama media es quizás uno de los más competitivos del momento y donde todos los fabricantes quieren liderar. En esa gama, la llegada de Android pateó el tablero al ofrecer una plataforma para los dispositivos que, pese a no equipararse en hardware a los equipos de gama alta, les permite de verdad disfrutar de funcionalidades y aplicaciones a la altura de los smartphones. En ese espacio entra el Samsung Galaxy 550, el cual cuenta con especificaciones modestas comparado con su hermano mayor el Galaxy S pero, al tratarse de uno de los Android 2.1 más baratos del mercado, puede resultar una opción más que interesante.

Lo primero que me sorprendió gratamente del Samsung Galaxy 550 es que por más que cuenta con una carcaza de plástico se las arregla para dejar una sensación final agradable y hasta elegante (eso según los gustos va a variar). Es un gran logro por parte de Samsung ya que es probable que no haya demasiada diferencia en los materiales con respecto a otros equipos como el i5700, por ejemplo, pero en el caso del 550 no brinda ese look plastificado que suele ser normal en móviles de esta gama de precios. Quizás el responsable de eso sea el borde metalizado pero, en mi opinión personal, el resultado general es en verdad positivo sobre todo si lo comparo con otros celulares con pantalla táctil que se encuentran a la venta en la actualidad.

Como verán, el Galaxy 5 cuenta con las 4 teclas clásicas de Android así como el pad de navegación que, como suele pasar siempre, no se usa para nada en el día a día y no entiendo porque los fabricantes lo siguen incluyendo (me imagino que debe ser por una cuestión de costumbre en el diseño industrial) en casi todos los Android. En la parte superior se encuentra únicamente el conector de 3.5mm para auriculares mientras que en la parte izquierda tenemos los botones de volumen y el conector microUSB. En este aspecto, es raro que no tenga un botón dedicado para la cámara así como tampoco un para bloquear la pantalla como implementaron en otros modelos (para bloquear la pantalla usan el botón de terminar llamadas). Tiene unas dimensiones de 108 x 56 x 12.3 mm y pesa 102 gramos que lo hacen realmente compacto: de hecho se me olvidó muchas veces en los pantalones al ser tan chiquito y en la palma de la mano se siente bárbaro.

Este es el punto más positivo del Galaxy 550. Su pantalla táctil capacitiva responde a la perfección y permite manipular Android a gusto sin ningún tipo de problemas. De hecho, hace mucho que no me resultaba tan simple en un touchscreen manejar el teclado QWERTY virtual al cual me acostumbré en poco tiempo (me refiero a la forma de teclear tradicional sin contar el Swype). Eso me asombró ni bien lo tuve en mis manos porque se trata de una pantalla de sólo 2.8 pulgadas por lo cual tenía el prejuicio que no me iba a resultar demasiado cómodo: pero al final fue todo lo contrario y, por mi parte, disfruté poder tener un teléfono chiquito con pantalla táctil que se pueda manejar bien (en general no me gustan demasiado los celulares enormes que estamos viendo ahora por más que me cautivan por lo que ofrecen).

La pantalla táctil es TFT con resolución QVGA (240 x 320 pixels con 256,000 colores) y hasta me resultó cómoda para jugar algunos títulos como Angry Birds (tengan cuidado porque es una verdadera adicción!)

Si a la buena sensación que dejó la pantalla táctil del Samsung Galaxy 5 le sumamos que Android 2.1 es una de las plataformas más completas de la actualidad, el combo termina funcionando genial. Como ya dije, es fácil de manejar y las ya 100 mil aplicaciones en Android Market generan una atracción por sí misma y brindan opciones para todos los gustos; de eso se trata cuando hablan acerca de democratizar el smartphone. Tener todas esas posibilidades en un equipo de gama media accesible es justamente el tipo de cambio que la industria móvil está generando en los últimos tiempos. Y las mejores aplicaciones en general cuentan con widgets propios que podemos agregar en las pantalla principales (bajar Advanced Task Killer e instalar su widget en la pantalla principal es de las primeras cosas que tienen que hacer si tienen este celular).

Al ser un Samsung, agregaron la interfaz TouchWiz 3.0 sobre Android pero la verdad tiene muy pocos cambios y en general suman para darle un look más amigable al sistema (la pantalla de aplicaciones genera distintas páginas para el costado mientras la van llenando de apps y no todo para abajo lo cual me pareció mejor) en algunos detalles: nada para preocuparse ni demasiado exagerado como hacen otros fabricantes. Cuenta con la tienda de aplicaciones Samsung Apps, pero no está ni cerca de Android Market. Por otro lado, la gran decepción es que Samsung no incluyó el soporte a multitouch… una lástima. Se sufre a la hora de ver las fotos o usar el navegador.

Si bien en principio pensábamos que al ser de gama media no lo iban a updetear, si miramos el documento con detalles de actualizaciones Android en Movistar Argentina afirman que su actualización a Android 2.2 Froyo está prevista para 2011 (habrá que esperar que se confirme pero por lo menos es una luz de esperanza importante). Además, no es para despreciar un celular con Android 2.1 sobre todo si miramos que otros smartphones mucho más caros cuentan con 1.5 o 1.6 todavía (y varios que no serán actualizados).

Significa un plus que cuente con Swype, un sistema de escritura novedoso que primero me costó entrar en confianza pero luego de un par de días de uso termina siendo indispensable. Y, como siempre en Android, la integración con los servicios de Google es excelente (incluido el soporte de A-GPS con Google Maps).